Uno de los aspectos más repetidos en la presentación de la candidatura “Catalunya, sí que es pot” es que la dicotomía de estas elecciones es entre la candidatura continuista de los recortes y la posibilidad de cambiar de manera de gobernar.
En mi opinión, el dilema es un poco infantil. En la candidatura encabezada por Raül Romeva hay muchísima gente que ha apostado de forma clara por un cambio social sin precedentes. A parte del mismo Romeva, la ANC siempre ha defendido lo mismo, de la misma forma que Òmnium y otros componentes. De hecho estoy convencido que entre las tres candidaturas (incluyo a la CUP) el eje derecha-izquierda está más que superado. Nunca en el pasado Convergència Democràtica y el resto de la derecha habrán tenido menos diputados que los que obtendrán el 27S.
Dejémonos de falsos debates. “Catalunya, sí que es pot” debe dejar de parecerse al PP en la simplificación de los argumentos. En el eje social las tres candidaturas de “Catalunya, sí que es pot” van a ir a la par y si quieren mejorar el bienestar de los ciudadanos de Catalunya, deben explicar claramente cómo pueden garantizar que Catalunya pueda decidir libremente su futuro en el marco actual.
Antoni Rifà Ros
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